San Judas Tadeo, apóstol de Jesús de Nazaret y patrón de las causas difíciles, ocupa un lugar especial en el corazón de miles de cubanos. A pesar de las seis décadas de Revolución y la educación secular, la devoción católica ha perdurado en Cuba, y San Judas Tadeo sigue siendo un símbolo de esperanza para muchos.
San Judas Tadeo es conocido por los fieles como el santo de las causas desesperadas. Su nombre, Judas, se traduce como «alabanzas sean dadas a Dios». También es conocido en los Evangelios como Judas de Santiago, o simplemente Tadeo, pero la mayoría de los creyentes lo reconocen como Judas Tadeo, para diferenciarlo de Judas Iscariote. Su día de celebración es el 28 de octubre.
En Cuba, la devoción a San Judas Tadeo es especialmente fuerte en La Habana. La parroquia ubicada en la Calle San Nicolás, en el municipio Centro Habana, es un importante lugar de peregrinación para los devotos. Aunque Tadeo es uno de los apóstoles menos mencionados en los Evangelios, en Cuba su nombre es pronunciado con reverencia y fervor.
Cada año, la Iglesia de San Judas Tadeo en La Habana recibe a miles de creyentes que se acercan a rendir homenaje y buscar la intercesión del santo. Es común que los fieles porten medallas de San Judas Tadeo y estampitas como símbolos de protección y recordatorios constantes para orar en tiempos difíciles.
Así, esta tradición cubana es un testamento de la fe y la esperanza en medio de las adversidades. Es un reflejo de la resistencia de las creencias y valores culturales a lo largo del tiempo, una prueba de la fuerza de la tradición y la devoción en la Isla. A través de la veneración de San Judas Tadeo, los cubanos continúan encontrando consuelo y fortaleza en tiempos difíciles.