En la ciudad de Sancti Spíritus en Cuba, encontramos una historia de valentía y perseverancia en Denis Boris Bernal Ruedas, un joven de 24 años que ha asumido un rol que muchos considerarían desalentador. En un giro del destino, este padre se encontró al cuidado exclusivo de sus dos hijos tras el inesperado abandono de su madre.

Ruedas, un obrero de mantenimiento de profesión, nunca imaginó que la vida lo llevaría a este punto. No obstante, a pesar de las circunstancias desfavorables y el cambio radical en su estilo de vida, su amor incondicional por sus hijos le ha impulsado a enfrentar la adversidad y a tomar la decisión de ser el pilar principal en la vida de sus pequeños.

“En verdad, no sabía si quedarme con ellos, si decirle que buscara a su mamá, pero le di pa’ atrás al carro y dije: Me voy a quedar con ellos. No lo tenía en mis planes, mas era lo que me tocaba, porque ellos son mis hijos”, relata Bernal Ruedas.

Este padre soltero, quien perdió a su propia madre a los 17 años, se encontró con desafíos que iban desde la manutención de sus hijos hasta la complejidad de satisfacer sus necesidades emocionales y físicas. La falta de recursos económicos ha sido un gran obstáculo, pero gracias a la solidaridad de sus vecinos y la ayuda de la Asistencia Social, ha podido continuar.

“Mi salario es de 2,300 pesos y por la Asistencia Social me asignaron una chequera de 3,700, aunque ahora me dijeron que me la van modificar, porque ya trabajo, recibo apoyo de módulos de alimentos y cuando llega ropa, la gente me brinda su ayuda”, comenta Denis, agradecido al periódico Escambray.

Esta historia, más allá de reflejar el esfuerzo y la dedicación de este joven padre, nos invita a reflexionar sobre las realidades a las que se enfrentan muchos padres solteros en circunstancias similares, no solo en Cuba sino en todo el mundo. También destaca el poder de la comunidad y la solidaridad en tiempos de crisis, que puede ser la diferencia entre la desesperación y la esperanza.

Bernal Ruedas es un claro ejemplo de que los roles parentales van más allá del género y se anclan en el amor y la dedicación a los hijos. No se considera un héroe, simplemente se ve a sí mismo como lo que es: un padre. Y, en medio de las dificultades, sin dudarlo, asegura que “si tuviera que tomar la decisión, lo volvería a hacer cien veces, sin miedo a arrepentirme”.

Esta historia de coraje y amor paternal nos deja una valiosa lección de perseverancia y dedicación, un testimonio de que el amor paternal no conoce límites ni se rinde ante las adversidades. Sin duda, la historia de Denis Bernal Ruedas es un testimonio de la inmensidad del espíritu humano y la fuerza del amor paternal.