Infancia y Comienzos en la Actuación
Nacido en San Fernando de Camarones, Cienfuegos, el 31 de marzo de 1947, Jorge Villazón descubrió su amor por la actuación a una temprana edad. Aunque inicialmente estudió para ser mecánico tornero, su pasión por el arte lo llevó a explorar el mundo del teatro amateur en el grupo Valle Inclán de la Sociedad de Amistad Cubano-Española (SACE).
En 1972, tras ser admitido en la escuela de actuación del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Villazón dio sus primeros pasos en el escenario profesional, actuando en Radio Liberación y Radio Progreso. Pero fue en la televisión donde realmente se destacó.
Ascenso a la Fama en Televisión y Cine
La primera vez que Villazón brilló en la pequeña pantalla fue interpretando a Garibaldi en la obra «El centrofoben murió al amanecer». Este fue sólo el inicio de una exitosa carrera televisiva, marcada por su participación en diversas series de aventuras, telenovelas y series policíacas como «Día y Noche». Esta versatilidad le hizo merecedor del cariño y la admiración del público cubano.
En el cine, Villazón tuvo destacadas participaciones en películas como «Techo de Vidrio» y «Plácido», bajo la dirección de Sergio Giral, y «Otra Mujer», dirigida por Daniel Díaz Torres. Su interpretación en «Plácido» le valió el Premio Caracol de Actuación Masculina en Cine en el IV Festival de la UNEAC en 1987.
Premios y Reconocimientos
El reconocimiento al talento de Jorge Villazón llegó en diversas formas. Su actuación en el serial «El Halcón» en 1981 le valió el Premio Girasol de la Revista Opina. Más tarde, en 1987, su interpretación en la película «Plácido» fue reconocida con el Premio Caracol de Actuación Masculina en Cine.
Recordando a Villazón
Jorge Villazón falleció trágicamente el 2 de marzo de 1994 en una noche lluviosa en La Habana. Sin embargo, su legado perdura en el corazón del público y de la industria del entretenimiento cubana. En honor a su contribución al cine cubano, se celebra anualmente el Encuentro Cinematográfico «Jorge Villazón in Memoriam» en su natal San Fernando de Camarones.
Conclusión
A lo largo de su vida, Jorge Villazón demostró un compromiso inquebrantable con su arte. Aunque comenzó su carrera como un humilde tornero, su pasión y talento para la actuación lo llevaron a convertirse en una de las figuras más queridas y reconocidas del cine y la televisión cubana. Su influencia perdura hasta hoy, inspirando a nuevas generaciones de actores y demostrando que, con talento y dedicación, es posible dejar una huella indeleble en la cultura y el corazón del público.