En los primeros siete meses del año fiscal 2023, Estados Unidos ha negado la entrada a más de 3,500 migrantes cubanos en la frontera con México, según datos recientes de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP). Aunque esta cifra es reveladora, resulta ser considerablemente menor que las cifras del año fiscal 2017, donde se registraron 15,410 negaciones.

Las cifras, divulgadas por El Nuevo Herald, destacan que la mayor parte de estas denegaciones tuvo lugar en el cruce fronterizo de Laredo, Texas. Sin embargo, es importante mencionar que puntos como El Paso en Texas, Tucson en Arizona y San Diego en California, también son zonas clave para la entrada de migrantes cubanos a territorio estadounidense.

Desde que en mayo se suspendiera la orden de salud pública del Título 42, las autoridades norteamericanas han sido claras al establecer que, bajo el Título 8, quienes intenten ingresar de forma irregular a Estados Unidos enfrentarán consecuencias judiciales. Estas pueden variar desde deportaciones hasta restricciones de entrada al país por un período de cinco años.

Sin embargo, el mes de junio mostró una tendencia decreciente en cuanto a detenciones en la frontera suroeste del país. La Patrulla Fronteriza registró 99,545 detenciones de inmigrantes que intentaron ingresar de forma irregular, lo que refleja una caída del 42% respecto al mes anterior. Sumando a quienes intentaron ingresar por puntos autorizados con o sin cita previa, la cifra total asciende a 144,607, mostrando una disminución del 30% desde mayo.

Pese a que en general se vio «una notable y sostenida reducción en las detenciones de migrantes en la frontera suroeste» durante junio, alcanzando los niveles más bajos en más de dos años, el caso de los migrantes cubanos parece ser la excepción a la norma.

Esta situación genera un panorama complejo y abre el debate sobre la política migratoria actual y las medidas que deben ser tomadas en relación con los migrantes cubanos y otros grupos en situación similar. ¿Qué piensas al respecto?