Un Viaje Sin Retorno en Búsqueda de Libertad

Hace 29 años, una joven de tan solo 16 años, se embarcó en una travesía que cambiaría su vida para siempre. Esta cubana tomó la valiente decisión de abandonar su tierra natal, emigrando en una balsa, en busca de un futuro mejor. Aunque miles han emprendido viajes similares, cada historia es única y conmueve a quien la escucha o lee.

 Los Recuerdos que Permanecen

Aunque han pasado casi tres décadas, los recuerdos de esa difícil decisión están tan vivos como el primer día. «Lo recuerdo como si fuera hoy», confiesa, recordando su última comida con su familia, la ropa que llevaba y el espigón de Cárdenas desde donde partió junto con un gran grupo.

El Inmenso Mar y el Temor a lo Desconocido

«Emigrar de cualquier forma es triste», comenta. La inmensidad del mar, el temor y la incertidumbre son sentimientos que solo quienes han emprendido esta travesía pueden comprender. Seis días a la deriva, enfrentando el poderoso océano, esperando ser rescatados y preguntándose constantemente sobre su destino y el de sus seres queridos.

Un Encuentro con la Misericordia

Tras esos intensos días, fueron rescatados por un portaaviones americano. Sin embargo, el dolor de ver balsas vacías al amanecer, oír gritos en la noche sin poder ayudar y recordar a aquellos que no lograron llegar, es un recuerdo que la acompaña hasta hoy.

Un Nuevo Comienzo en Guantánamo

El paso por la Base de Guantánamo fue revelador. A pesar de haber crecido con una percepción negativa de los estadounidenses, su experiencia en la base le mostró una realidad diferente. «Ver el respeto y la solidaridad de ellos para con nosotros fue impresionante», destaca.

El Amor por Cuba Permanece

A pesar de los años y de haber construido una nueva vida, su amor por Cuba y el deseo de volver a reunirse con su familia son inquebrantables. «Siempre seré cubana y siempre amaré la tierra que me vio nacer», ORGULLOSAMENTE BALSERA!!!!asegura.

El testimonio completo