El pasado domingo, los tranquilos matices azules de la isla Caladesi en Dunedin, Florida, contrastaron con la impactante visión de decenas de tiburones desplazándose cerca de la costa, a poca distancia de los bañistas.
John Yanchoris, quien controlaba el dron que registró este sorprendente momento, confesó su incredulidad ante el espectáculo. A pesar de sus años navegando los cielos y documentando la majestuosidad de la vida marina, jamás había sido testigo de una escena donde tiburones coexistieran tan cerca de las personas. «En todos mis vuelos sobre la Bahía de Tampa, nunca había observado algo así», comentó Yanchoris, quien a menudo captura con su dron imágenes de criaturas marinas deslizándose por las ondas esmeralda del océano.
Y es que incluso durante las apacibles mañanas, como la del pasado sábado, no es común encontrar tal número de tiburones rondando las proximidades de la isla. La naturaleza, una vez más, nos sorprende y nos recuerda la inmensidad y misterio de los océanos.