La doctora cubana Alina Arcos Fernández-Brito, quien trabajaba en el Hospital Calixto García en La Habana, compartió un emotivo mensaje en redes sociales en el que anunciaba su decisión de abandonar su profesión médica debido a la falta de recursos para curar y aliviar enfermedades, así como a la imposibilidad de vivir con dignidad a través de su trabajo.
En su publicación, titulada «Confesión», expresó su tristeza y desesperanza ante la situación en la que se encuentra. Mencionó que ya no puede brindar ayuda médica ni acompañamiento a los pacientes debido a la falta de recursos y a su propia angustia. Además, señaló que no puede vivir con dignidad o decoro en su profesión debido a los bajos salarios y condiciones precarias.
Alina Arcos Fernández-Brito mencionó que está agotada por la angustia y la tristeza, tanto propia como ajena. A pesar de seguir asistiendo al hospital y atendiendo a los enfermos, siente que no puede brindar el cuidado adecuado en estas circunstancias y considera que es como «violar algo sagrado».
La doctora pidió disculpas a sus pacientes por no poder darles lo que solía y concluyó su publicación con un mensaje emotivo y desgarrador. Su decisión refleja la desesperación y la impotencia que muchos profesionales de la salud en Cuba enfrentan debido a la difícil situación económica y de recursos en el país.
Alina Arcos Fernández-Brito ya había denunciado anteriormente la falta de insumos y protección para el personal médico en el Hospital Calixto García durante la pandemia de COVID-19. También había expresado su preocupación por la degradación de la situación económica en Cuba debido a las medidas gubernamentales. A pesar de su amor por la medicina, finalmente tomó la difícil decisión de abandonar su profesión ante las condiciones insostenibles en las que se encontraba.