En un ingenioso acto de sátira, el letrado Manuel Viera, conocido por no escatimar críticas hacia el gobierno de Cuba, ha nombrado a su querida tortuga con el mismo nombre que lleva la controvertida entidad de telecomunicaciones de la isla, ETECSA, un gesto cargado de ironía hacia la lentitud del servicio que esta proporciona.
La creativa decisión de Viera surgió tras escuchar una proclama matutina que ensalzaba a ETECSA como «empresa líder de telecomunicaciones en Cuba», un título que le provocó una carcajada, dada la notoria ausencia de competencia en el sector. Con humor mordaz, compartió en Facebook este miércoles: «¿Cómo se puede liderar si no tienes a nadie más en la carrera?», insinuando la falta de alternativas en el servicio de telecomunicaciones en la nación caribeña.
Con un largo historial de desaprobación hacia la administración cubana, Viera introdujo a su tortuga, un animal que ha compartido su hogar por años sin tener un nombre hasta ese momento. Describiéndola como única y autónoma en su lentitud, destacó su capacidad de «morder fuerte» y ser «líder de sí misma», características que parecieron adecuadas para compararla con la famosa entidad de telecomunicaciones.
«¡La jicotea de la familia ahora tiene un nombre! ¡Serás conocida como ETECSA!», anunció Viera, acompañando su declaración con una imagen de la tortuga ostentando un cartel con su flamante denominación.
La ocurrencia de Viera fue recibida con aplausos virtuales, generando reacciones de admiración entre los usuarios de las redes. Un usuario resumió la situación al llamarla una «metáfora viviente».
Las quejas contra la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba no son nuevas; durante años, los ciudadanos han recurrido al humor como válvula de escape ante los precios exorbitantes y la calidad deficiente del servicio. El comediante Ulises Toirac, en un acto similar de crítica humorística, llegó a describir el internet de ETECSA como un «robo a mano armada», instando a la compañía a cumplir con las expectativas mínimas de calidad.
Toirac ilustró la frustrante experiencia de muchos cubanos al intentar conectarse a la red, enfrentando desconexiones frecuentes y una señal errática, comparable, en sus palabras, a la de un «asmático en crisis»: esporádica, insuficiente y desesperante.