La semana pasada, un vuelo de American Airlines que salía de Charlotte, Carolina del Norte, con destino a Gainesville, Florida, experimentó un evento alarmante cuando descendió rápidamente 15,000 pies en tan solo tres minutos. A bordo se encontraban cincuenta pasajeros y tres miembros de la tripulación, todos los cuales sintieron pánico durante este incidente.

Las autoridades de la aerolínea confirmaron que la tripulación notificó una posible preocupación relacionada con el sistema de presurización de la aeronave. Afortunadamente, el avión logró aterrizar de manera segura y no hubo heridos como resultado de este evento.


Un académico destacado de la Universidad de Florida compartió en Twitter que hubo una sensación palpable de ansiedad entre los pasajeros cuando el avión experimentó turbulencias y las máscaras de oxígeno se desplegaron automáticamente.

Si bien la tripulación de vuelo recibió elogios por su manejo de la situación, varios pasajeros expresaron la necesidad de que la aerolínea mejore su comunicación con los pasajeros durante incidentes similares en el futuro.

Según los datos de Flight Aware, las dificultades del vuelo comenzaron aproximadamente 40 minutos después del despegue. En un período de menos de seis minutos, que abarcó del minuto 42 al 45, la altitud del avión disminuyó significativamente. Durante esta caída, el avión descendió 18,000 pies, pasando de una altitud inicial de 30,000 pies a alrededor de 10,000 pies.

Antes de realizar el aterrizaje, la aeronave redujo drásticamente su velocidad, disminuyendo en un sorprendente margen de 170 millas por hora. A pesar de la tensión vivida durante el vuelo, el avión logró aterrizar sin problemas.