En el ámbito del boxeo cubano, es imposible no hablar de Alcides Sagarra, el hombre cuya voz resonaba en cada rincón de un gimnasio, y quien ha formado a generaciones de boxeadores que han dejado huella a nivel mundial.

Una figura icónica

Alcides, con su experiencia y carácter, se ha ganado el respeto de todos en el mundo del boxeo. Con más de 87 años, su apariencia refleja sabiduría y dedicación, pero su espíritu sigue siendo el de un joven apasionado.

A lo largo de sus más de cuarenta años en el boxeo cubano, ha enfrentado desafíos, ha celebrado victorias y ha sentado las bases de lo que se conoce hoy como la Escuela Cubana de Boxeo.

Inicios y obstáculos

Sagarra nació el 18 de agosto de 1936, en la oriental provincia de Santiago de Cuba, la vida no le ofreció facilidades a Alcides. Su familia no contaba con muchos recursos y abandonó la escuela en cuarto grado. Pese a enfrentar problemas de salud como el asma, encontró en el boxeo no solo una salida, sino una pasión. Su tenacidad y habilidad en el ring llamaron la atención, y su vida cambió para siempre.

Un legado en construcción

Sagarra, quien alguna vez consideró convertirse en profesional, decidió finalmente seguir el camino del entrenamiento. A pesar de los retos, como enfrentamientos con otros entrenadores en La Habana, su talento era innegable.

En 1963, siete de sus pupilos se destacaron en el Campeonato Nacional Amateur, y un año después, se convirtió en el entrenador del equipo nacional cubano, cambiando el destino del boxeo cubano para siempre.

Victorias y logros

Bajo su tutela, Cuba vio grandes victorias. Desde la Olimpiada de Múnich en 1972 hasta los triunfos inolvidables en Barcelona en 1992, Sagarra estuvo al frente, llevando a sus atletas al oro.

Sin embargo, como todo entrenador, también enfrentó momentos difíciles. Derrotas en campeonatos mundiales y decisiones controversiales de jueces marcaron etapas de su carrera, pero su legado va más allá de las medallas. Es la formación de una escuela de boxeo distintiva, donde se promueve no solo el ataque, sino también la defensa y la elegancia en el ring.

Metodologías y enseñanzas

Sagarra, con su peculiar estilo, a veces recurría al «cacheteo» para sacar a sus atletas de su zona de confort y asegurarse de que siguieran sus instrucciones en el ring. Una técnica discutida, pero con resultados evidentes.

El niño que abandonó la escuela en Santiago de Cuba eventualmente alcanzó grados académicos notables, demostrando que el aprendizaje y la superación no tienen límites.

Reconocimiento mundial

Por sus contribuciones y logros, la Asociación Internacional de Boxeo Amateur nombró a Sagarra como el mejor entrenador en sus 50 años de historia. Una distinción que reconoce su impacto en el boxeo, no solo en Cuba sino en todo el mundo.

Labor Actual

En una entrevista exclusiva con OnCuba, el Profesor Alcides Sagarra compartió detalles reveladores sobre su labor actual en el mundo del boxeo. Con una experiencia que abarca décadas, Sagarra desempeña un papel crucial como entrenador consultante, aportando su conocimiento y sabiduría a un grupo selecto de colegas con experiencia en el campo. Este grupo, compuesto por preparadores y atletas, busca su orientación y consejos valiosos.

Sagarra explicó que su enfoque como entrenador consultante abarca diversos aspectos de la formación técnica en el boxeo. Trabajando en colaboración con otros expertos, se dedican a mantener la esencia distintiva del boxeo cubano en los planes de entrenamiento. Su misión no conoce límites geográficos, ya que tiene un alcance nacional que beneficia a todas las provincias de Cuba.

No contento con su contribución en la formación técnica, Sagarra también desempeña un papel activo en la educación académica en el ámbito del deporte. Es profesor en el prestigioso Instituto Superior de Cultura Física Manuel Fajardo, donde guía a estudiantes de licenciatura y maestría en sus investigaciones y tesis. Además, su experiencia se comparte a través de conferencias, donde comparte sus conocimientos y perspectivas con la próxima generación de profesionales del deporte.

Conclusiones

Alcides Sagarra no es solo un entrenador; es una leyenda. Su influencia y métodos han formado generaciones de boxeadores cubanos que han destacado en el ámbito internacional. Más allá de las medallas y los títulos, su verdadero legado es la pasión, la dedicación y el amor por el boxeo, enseñanzas que permanecerán en el corazón de cada atleta que tuvo el honor de ser entrenado por él.