Hialeah se prepara para revisar su política sobre el estacionamiento de botes y casas rodantes en espacios públicos. El motivo principal es la preocupación por su posible uso como unidades habitacionales, un fenómeno que podría estar en aumento.
El equipo de gobierno, bajo el liderazgo del alcalde Esteban Bovo Jr., está en proceso de diseñar una normativa más estricta en respuesta a los recientes informes. Estos indican que alrededor de 200 a 240 propiedades tienen vehículos recreativos (RV). Bovo enfatiza que, aunque el número no sea astronómico, si no se aborda el problema, puede sentar un precedente problemático.
Desde 2007, Hialeah tiene en vigor una norma que gestiona el uso de estos vehículos. Sin embargo, Alexis Riverón, a cargo del Departamento de Construcción, señala una brecha: la normativa permite estacionar estos vehículos en patios traseros, lo que dificulta su inspección.
Durante una sesión reciente del Concejo de Hialeah, Bovo compartió una experiencia personal que ilustra las preocupaciones. Recordó cómo un vecino estacionó su vehículo recreativo justo al lado de su hogar, lo que le generó una sensación de vigilancia constante.
Además de los vehículos recreativos, las embarcaciones también están en el punto de mira, ya que se han observado propiedades con múltiples botes estacionados de manera irregular.
Se espera que el tema sea abordado en profundidad en la próxima reunión del Concejo, programada para el 26 de septiembre.
Vivian Casáls-Muñoz, concejala de la ciudad, y Mónica Pérez, presidenta del Concejo, coinciden en la necesidad de enfrentar esta situación. Pérez resalta que la tendencia al uso irregular de estos vehículos se intensificó tras la pandemia, en un contexto de dificultades económicas y falta de acceso a vivienda asequible.
Este panorama subraya la creciente necesidad de soluciones habitacionales en Hialeah. A pesar de los recientes desarrollos inmobiliarios, el costo sigue siendo inalcanzable para muchos residentes, impulsándolos a buscar alternativas no convencionales.